Modelo Estudiantes del siglo XXI 3º-7º
Autorregulación
La autorregulación es la habilidad de regular nuestros pensamientos, emociones y comportamientos para alcanzar una meta dada. Juega un papel central en la planificación, junto con el pensamiento y el comportamiento flexible, al enfrentarse a nueva información. La autorregulación es un recurso de capacidad limitada, lo que significa que puede agotarse a lo largo de la tarea o el día, o puede drenarse cuando los estudiantes gastan mucha de su energía tratando de concentrarse en el aula. La autorregulación es apoyada por las funciones ejecutivas (es decir, Memoria de Trabajo, Inhibición, y Flexibilidad Cognitiva) y ayuda a los estudiantes a regular el aprendizaje en varios dominios: cognitivo, conductual y emocional. Es importante destacar que algunos estudiantes pueden quedarse atrás de otros en sus funciones ejecutivas, lo que puede contribuir a un desarrollo más lento de la autorregulación. Los estudiantes que tienen TDAH a menudo tienen dificultades concurrentes con la Integración Sensorial, lo que también impacta la habilidad de autorregularse. Al final de la escuela primaria, los niños típicamente han desarrollado una amplia gama de habilidades de autorregulación. Sin embargo, los educadores aún juegan un papel crítico en fomentar que los estudiantes desarrollen aún más sus capacidades de autorregulación más allá de la escuela primaria. La habilidad para participar en un aprendizaje autorregulado a menudo se asocia con un aumento en el logro académico, el bienestar, la competencia social y una disminución en las probabilidades de comportamientos de riesgo.
Ideas Principales
La autorregulación se desarrolla rápidamente en la primera infancia. Al finalizar la primaria, la capacidad de los estudiantes para autorregularse suele estar relativamente madura. Sin embargo, los educadores pueden influir en sus decisiones para desarrollar estas habilidades. Por ejemplo, pueden fomentar el aprendizaje autorregulado instándolos a establecer metas de aprendizaje, brindándoles herramientas para monitorear su progreso y modelando cómo podrían cambiar su enfoque de aprendizaje tras la retroalimentación.
Los estudiantes autorregulados utilizan la metacognición para considerar sus fortalezas y debilidades en relación con la tarea asignada e identificar estrategias que les ayudarán a tener éxito. Al igual que la metacognición, la autorregulación implica reconocer las respuestas conductuales y alinearlas con estándares, como las expectativas sociales. Los estudiantes pueden lograr la autorregulación con éxito controlando e inhibiendo con flexibilidad las emociones, la atención, la motivación, las acciones o los impulsos en la búsqueda de una meta.
Es importante señalar que la percepción del comportamiento apropiado en las escuelas puede verse influenciada por las normas sociales dominantes en una cultura y puede no coincidir con las normas, actitudes y creencias culturales de los estudiantes. Los estudiantes que han sido excluidos histórica y sistemáticamente, y aquellos con discapacidades, en particular aquellos con TDAH, corren un mayor riesgo de recibir medidas disciplinarias, como la suspensión, por lo que se percibe como un comportamiento disruptivo. Para reducir este sesgo, los educadores y los estudiantes pueden beneficiarse de la incorporación de aspectos sociales de la autorregulación, como la regulación compartida o la autorregulación socialmente responsable, que refuerzan y apoyan prácticas culturalmente receptivas e inclusivas. Estas prácticas enfatizan los aspectos comunitarios del aprendizaje, la responsabilidad y el respeto mutuo, por ejemplo, mediante la creación de oportunidades para que estudiantes y docentes compartan estrategias y utilicen el conocimiento de las lenguas y culturas heredadas en el aula. Además, los estudiantes con discapacidades de aprendizaje y TDAH suelen tener más dificultades con la autorregulación en ciertos contextos del aula, lo que puede deberse a las exigencias adicionales del entorno o la tarea de aprendizaje, y pueden beneficiarse de una instrucción explícita complementaria en estrategias de aprendizaje autorregulado.
También es importante comprender que la autorregulación no debe equipararse con la búsqueda de un comportamiento obediente, es decir, la búsqueda de la alineación entre los objetivos del instructor y del alumno. En ocasiones, los alumnos pueden parecer mostrar falta de autorregulación (por ejemplo, no prestar atención en clase o actuar en conflicto con las instrucciones del profesor), pero esto puede deberse a que el alumno tiene un objetivo diferente (por ejemplo, explorar más allá de las instrucciones del profesor). Antes de concluir que una autorregulación deficiente puede ser la causa del comportamiento desconectado de la tarea de un alumno, los educadores deben intentar comprender el objetivo del alumno (y las razones que lo sustentan) para brindar el mejor apoyo a sus estudiantes.
Aprende Más
En esta sección encontrarás microcredenciales ofrecidas por nuestro aliado Digital Promise. Ten en cuenta que están disponibles en inglés y fuera de nuestro sitio web.
Emotional Regulation: Una microcredencial para apoyar la regulación emocional de los estudiantes.
Self-Regulation: Una microcredencial para apoyar la autorregulación de los estudiantes.
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