Modelo Lenguaje Prejardín-2º

Memoria a Largo Plazo

Podemos trasladar habilidades y conocimientos relacionados con la lectura y la escritura a la Memoria a Largo Plazo mediante la práctica repetida. Cuando los estudiantes tienen habilidades de lectura, Conocimientos Previos y Vocabulario en su Memoria a Largo Plazo, tienen las herramientas que necesitan para abordar cualquier texto.

Ideas Principales

Cuando los recuerdos a corto plazo son ensayados, se consolidan para moverse a la Memoria a Largo Plazo, donde están disponibles para su uso en otras actividades. Hay dos tipos principales de Memoria a Largo Plazo:

Memoria a Largo Plazo Explícita (Declarativa) se refiere a los recuerdos que pueden ser recordados conscientemente.

  • Memoria episódica es para el almacenamiento de experiencias personales diarias y eventos específicos en el tiempo, como qué desayunamos ayer. 
  • Memoria semántica es para recuerdos de hechos o conocimiento general sobre el mundo, como que Tokio está en Japón. El tiempo y lugar donde se aprendió este conocimiento no suele ser conocido.

Memoria a Largo Plazo Implícita (No declarativa) almacena recuerdos que no requieren pensamiento consciente.

  • Memoria procedimental involucra aprender una secuencia de acciones, como montar una bicicleta. Estas se recuperan automáticamente y se usan para hacer estas tareas.
  • Memoria emocional implica un cambio en cómo se abordan los estímulos basados en una experiencia pasada negativa o positiva, como alguien que evita un alimento que previamente le hizo daño.

Por otro lado, los Esquemas existen en la Memoria a Largo Plazo como un sistema organizativo para nuestro conocimiento actual y proporcionan un marco para agregar comprensión futura. La nueva información que llega a nuestra Memoria a Largo Plazo puede ser más fácilmente codificada en la memoria cuando es consistente con un esquema actual, facilitando el aprendizaje cuando tenemos los Conocimientos Previos adecuados como contexto.

En esta sección encontrarás microcredenciales ofrecidas por nuestro aliado Digital Promise. Ten en cuenta que están disponibles en inglés y fuera de nuestro sitio web.

Baddeley, A. D. (1998). The central executive: A concept and some misconceptionsJournal of the International Neuropsychological Society, 4(5), 523-526.

Bremner, J. D. (2003). Long-term effects of childhood abuse on brain and neurobiologyChild and Adolescent Psychiatric Clinics of North America, 12(2), 271-292.

Cohen, M. J. (1997). Examiner’s manual: Children’s memory scale. San Antonio, TX: Harcourt Brace & Company.

Ehri, L.C. (1995). Phases of development in learning to read words by sightJournal of Research in Reading, 18(2), 116-125.

Ehri, L. C. (2014). Orthographic mapping in the acquisition of sight word reading, spelling memory, and vocabulary learningScientific Studies of Reading, 18(1), 5-21.

Johnston, F. R. (2000). Word learning in predictable textJournal of Educational Psychology, 92(2), 248.

Kibby, M. Y. (2009). There are multiple contributors to the verbal short-term memory deficit in children with developmental reading disabilitiesChild Neuropsychology, 15(5), 485-506.

Kormi-Nouri, R., Shojaei, R. S., Moniri, S., Gholami, A. R., Moradi, A. R., Akbari-Zardkhaneh, S., & Nilsson, L. G. (2008). The effect of childhood bilingualism on episodic and semantic memory tasks. Scandinavian Journal of Psychology49(2), 93–109.

Leclercq, A.L., & Majerus, S. (2010). Serial-order short-term memory predicts vocabulary development: Evidence from a longitudinal studyDevelopmental Psychology, 46(2), 417–427.

McDougall, S. J., & Donohoe, R. (2002). Reading ability and memory span: Long-term memory contributions to span for good and poor readersReading and Writing, 15(3-4), 359-387.

McDougall, S., Hulme, C., Ellis, A., & Monk, A. (1994). Learning to read: The role of short-term memory and phonological skillsJournal of Experimental Child Psychology, 58(1), 112-133.

Rasch, B., & Born, J. (2013). About sleep’s role in memory. Physiological Reviews93(2), 681-766.

Samplin, E., Ikuta, T., Malhotra, A. K., Szeszko, P. R., & DeRosse, P. (2013). Sex differences in resilience to childhood maltreatment: effects of trauma history on hippocampal volume, general cognition and subclinical psychosis in healthy adultsJournal of Psychiatric Research, 47(9), 1174-1179.

Simmons, F. R., & Singleton, C. (2008). Do weak phonological representations impact on arithmetic development? A review of research into arithmetic and dyslexiaDyslexia, 14(2), 77-94.

Stein, M. B., Koverola, C., Hanna, C., Torchia, M. G., & McClarty, B. (1997). Hippocampal volume in women victimized by childhood sexual abusePsychological Medicine, 27(04), 951-959.

Teicher, M. H., Anderson, C. M., & Polcari, A. (2012). Childhood maltreatment is associated with reduced volume in the hippocampal subfields CA3, dentate gyrus, and subiculumProceedings of the National Academy of Sciences, 109(9), E563-E572.

​​Van Bergen, P., Wall, J., & Salmon, K. (2015). The good, the bad, and the neutral: The influence of emotional valence on young children’s recall. Journal of Applied Research in Memory and Cognition4(1), 29-35.

Was, C. A., & Woltz, D. J. (2007). Reexamining the relationship between working memory and comprehension: The role of available long-term memoryJournal of Memory and Language, 56(1), 86-102.