Compromiso Familiar
La participación familiar se produce cuando los educadores y las escuelas colaboran con las familias para apoyar colectivamente el aprendizaje de sus hijos de manera significativa, tanto en la escuela como en casa. Los estudiantes cuyas familias participan y se sienten valoradas dentro de la comunidad escolar tienen menos probabilidades de faltar a la escuela y a tiempo de instrucción integral, lo que, según investigaciones, puede provocar un retraso académico. Las familias de estudiantes con discapacidades de aprendizaje o TDAH pueden mostrarse reacias a participar. Es posible que hayan tenido experiencias negativas previas que les han generado desconfianza en los sistemas educativos. La participación de los padres y la familia en el desarrollo académico de los estudiantes desde el inicio de la escolarización y durante la secundaria y preparatoria puede tener efectos positivos en su rendimiento académico y en su sentido de pertenencia a lo largo de su desarrollo. La tecnología puede ser un apoyo valioso en este proceso de comunicación. Es importante destacar que involucrar activamente a los padres en las conversaciones sobre el aprendizaje y la trayectoria educativa de sus hijos puede facilitar su apoyo para desarrollar objetivos compartidos y empoderarlos para contribuir a las decisiones de sus hijos. Esto puede ser especialmente importante para los estudiantes con discapacidades de aprendizaje que pueden necesitar recursos y apoyo específicos.
Ejemplo: Utilice esta estrategia en el aula
En este video de Colorín Colorado, descubra cómo la Academia Wolfe Street conecta e involucra a las familias. Como escuela comunitaria, Wolfe Street ofrece servicios, como distribución de alimentos y actividades extraescolares, tanto a estudiantes como a familias para apoyar el aprendizaje.
Para lograr la mejor participación de las familias, los educadores deben crear oportunidades auténticas para interactuar con ellas y conocerlas, incluyendo la comprensión de su cultura y entorno, y para forjar relaciones, por ejemplo, mediante entrevistas de empatía. Esto incluye comprender el contexto comunitario y cultural más amplio, identificar las barreras a la participación y ofrecer diversas maneras de involucrar a las familias. Es importante que los educadores se esfuercen por comunicar las fortalezas de los alumnos y las familias. La comunicación colaborativa y culturalmente receptiva entre docentes y familias también fomenta un sentido de inclusión y permite a los docentes aprovechar los conocimientos de los estudiantes, apoyando su identidad y motivación.
Inclúyelo en el diseño de tu producto
Los desarrolladores pueden apoyar esta comunicación regular entre docentes y familias creando aplicaciones móviles, adaptadas cultural y lingüísticamente, con la capacidad de traducirse al idioma materno de la familia. Pueden incluir maneras de compartir datos y el progreso de los estudiantes en informes fáciles de entender para los padres, a la vez que proporcionan contexto relevante, como su historial de rendimiento, áreas de crecimiento y sugerencias para continuar apoyando el crecimiento. Los productos también pueden incluir espacios para que las familias compartan sus conocimientos extraescolares y fomenten la incorporación de conocimientos previos individuales, especialmente para estudiantes históricamente excluidos.
Referencias
Abo-Zena, M. M., & Mardell, B. (2015). When the children asked to study God, what did the parents say: Building family engagement around sensitive topics. Religion & Education, 42(3), 289-307.
Bowen, S. K., & Baker, S. (2022). Family engagement: Developing partnerships for d/Deaf and hard of hearing multilingual learners. In Deaf and Hard of Hearing Multilingual Learners (pp. 30-66). Routledge.
Cohen, J. (2001). Social and emotional education: Core concepts and practices. In J. Cohen (Ed.), Caring classrooms/intelligent schools: The social emotional education of young children (Chapter 1). New York: Teachers College Press.
Crone, M. R., Slagboom, M. N., Overmars, A., Starken, L., van de Sande, M. C., Wesdorp, N., & Reis, R. (2021). The evaluation of a family-engagement approach to increase physical activity, healthy nutrition, and well-being in children and their parents. Frontiers in Public Health, 9, 747725.
Dearing, E., Sibley, E., & Nguyen, H. N. (2015). Achievement mediators of family engagement in children’s education: A family–school–community systems model. Processes and Pathways of Family-School Partnerships Across Development, 17-39.
Ehrlich, S.B., Gwynne, J.A., Pareja, A.S., & Allensworth, E.M. (2013). Preschool attendance in Chicago public schools.
Henderson, A. T., & Mapp, K. L. (2002). A new wave of evidence: The impact of school, family, and community connections on student achievement. Annual Synthesis.
Hsiao, Y. J., Higgins, K., & Diamond, L. (2018). Parent empowerment: Respecting their voices. Teaching Exceptional Children, 51(1), 43–53.
McMahon, S. D., Wernsman, J., & Rose, D. S. (2009). The relation of classroom environment and school belonging to academic self-efficacy among urban fourth-and fifth-grade students. The Elementary School Journal, 109(3), 267-281.
Tran, Y. (2014). Addressing reciprocity between families and schools: Why these bridges are instrumental for students’ academic success. Improving Schools, 17(1), 18-29.
Wall, K., Burns, H., & Llewellyn, A. (2017). Mind the Gap: an exploratory investigation of a family learning initiative to develop metacognitive awareness. Journal of Early Childhood Research, 15(2), 115-129.