Redirección Respetuosa
La redirección respetuosa, o corrección de errores, describe una manera clara y concisa en que los educadores pueden brindar retroalimentación positiva sobre comportamientos que requieren corrección inmediata. Los educadores deben trabajar en estrecha colaboración con los estudiantes y las familias para comprender, de forma colaborativa, las expectativas y lo que constituye una buena conducta en el aula. Las expectativas y los objetivos de aprendizaje del aula deben estar claramente definidos, ser apropiados para el desarrollo y culturalmente receptivos. Cuando un estudiante exhibe un comportamiento que no se alinea con estas expectativas u objetivos, el educador puede redirigir el comportamiento utilizando un lenguaje respetuoso, centrándose en comentarios positivos como “silencio” o “hora de clase es hora de silencio” y evitando directivas negativas como “no hables” o “deja de hablar”. La redirección del comportamiento no debe llamar la atención sobre el estudiante y debe ser positiva, productiva y cortés. Después de que el estudiante haya seguido la redirección, es útil brindar retroalimentación positiva y refuerzo. Debido a la inmediatez de la retroalimentación, así como a las expectativas y acciones claras y predecibles, esta estrategia puede ser particularmente útil para estudiantes con dificultades de aprendizaje. La redirección respetuosa enfatiza el respeto por los estudiantes individuales y es un apoyo clave para construir una cultura de aprendizaje y respeto en el aula.
Ejemplo: Utilice esta estrategia en el aula
Observe cómo estos educadores utilizan una redirección respetuosa en una variedad de situaciones en el aula.
Los educadores deben dialogar en colaboración con los alumnos sobre las expectativas y los objetivos del aula. Una vez acordados mutuamente, pueden crear diagramas colaborativos para definir claramente las expectativas y consultarlos al redireccionar el comportamiento. Cuando los alumnos se distraigan o presenten un comportamiento fuera de las expectativas acordadas, deben redireccionarlos a la tarea con un lenguaje claro, evitando cualquier ambigüedad. Esta estrategia puede utilizarse con alumnos individuales o con grupos más grandes.
Diséñelo en su producto
En entornos de aprendizaje en línea, los desarrolladores de productos deben crear plataformas que permitan a los educadores publicar directrices y expectativas claras. Para ayudar a los estudiantes a gestionar las distracciones conductuales, las listas digitales que dirigen el comportamiento pueden contribuir a fortalecer la autorregulación y a centrar la atención. Estas directrices y listas podrían incluir un espacio para que los estudiantes registren su progreso al completar una tarea, lo que permite a los educadores supervisar el progreso y redirigir el progreso si es necesario.
Referencias
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