En el hogar, darle a los niños la responsabilidad de apoyar su entorno y a sí mismos es un primer paso para respaldar su agencia, sin embargo, a través de las culturas existen diferentes expectativas sobre lo que los niños pequeños pueden y deben contribuir, por lo tanto, los estudiantes pueden llegar con diferentes expectativas y experiencias de responsabilidad. Cuando los niños ingresan a la escuela por primera vez, esta puede ser una de sus primeras experiencias con una comunidad pública más grande, donde las personas aprenden a trabajar juntas a pesar de las diferencias, convirtiéndola en un espacio de aprendizaje valioso para la educación cívica. Los entornos que permiten tiempo para el juego abierto y actividades con compañeros proporcionan oportunidades informales para acciones cívicas al aprender a formar metas comunales, cuidar unos de otros y resolver disputas. El desarrollo de la Mentalidad Cívica en el aula depende de establecer un sentido de comunidad y confianza con los maestros y compañeros de clase, y de una participación activa en el aula. Por lo tanto, es importante considerar el impacto de los servicios de “extracción” versus “inclusión” para estudiantes que necesitan apoyo de aprendizaje adicional, incluidos los aprendices de idiomas múltiples y aquellos con discapacidades de aprendizaje o TDAH, ya que puede afectar su capacidad para participar activamente en su comunidad de aula de la misma manera que sus compañeros.

Aunque en la cultura occidental a menudo no consideramos a los niños pequeños como ciudadanos capaces ahora, sino que pensamos en prepararlos para su futuro como ciudadanos, esta perspectiva limita los enfoques pedagógicos y niega las muchas capacidades que los estudiantes aportan consigo. Cuando enfocamos el aprendizaje viendo a los estudiantes como ciudadanos capaces y construyendo sobre sus curiosidades y antecedentes, pueden continuar creciendo en su Mentalidad Cívica.

La Identidad Cívica de un aprendiz se basa en tener un sentido de sí mismo como parte de un todo más grande. La exploración por parte de los aprendices de sus identidades y valores es clave para guiar sus acciones en sus comunidades y desarrollar la Mentalidad Cívica. Es decir, los aprendices deben tener tanto un sentido de agencia personal y autoeficacia, la capacidad e iniciativa para actuar, y Conciencia Social de los otros individuos en la comunidad. Con esto pueden comenzar a reconocer las necesidades y oportunidades de los demás en su comunidad, un sentido de responsabilidad y la iniciativa para efectuar cambios colaborativamente. Esta acción incluye actuar en nombre de otros en su comunidad así como actuar con otros. Cuando se da a los estudiantes la libertad de cuidar unos de otros y de su comunidad, también aprenden a vivir como miembros de una comunidad, fomentando un Sentido de Pertenencia. Las comunidades de los estudiantes proporcionan un contexto natural para el aprendizaje que importa a los niños, y así conectar la comunidad con el aula ofrece a los estudiantes un contexto del mundo real para pensar críticamente y creativamente para resolver problemas que los afectan. Como tal, integrar la comunidad en las experiencias de aprendizaje promueve un compromiso activo e inclusivo en el aula, el vecindario y el mundo más amplio.

La Responsabilidad Social, o un sentido de obligación de contribuir al bien mayor, es un valor que afecta nuestras creencias y cómo interactuamos con los demás, y es un motivador de muchas acciones cívicas: Está relacionado con la empatía, comportamientos prosociales y el cuidado general por los demás con un énfasis en el cambio social positivo. Durante la infancia y adolescencia, las raíces del desarrollo de la responsabilidad social de los individuos se encuentran en el crecimiento de las habilidades cognitivas, regulación emocional, empatía e identidad. Para fomentar la responsabilidad social de los jóvenes aprendedores en su vida cotidiana, los educadores pueden modelar comportamientos prosociales, comunicar cuidado y preocupación por los demás, y proporcionar oportunidades para practicar habilidades cívicas.