Proporcionar instrucciones claras y concisas puede ayudar a los alumnos a comprender las expectativas del aula y a completar las tareas con eficiencia. Esto es especialmente importante para los alumnos más pequeños, cuya memoria de trabajo aún se está desarrollando y puede sobrecargarse fácilmente. Al describir los pasos de una tarea específica por escrito o con imágenes, los educadores deben asegurarse de que las instrucciones estén claramente secuenciadas y tengan suficiente espacio visual, evitando sobrecargar a los alumnos con demasiada información a la vez. Si se dan instrucciones orales, complementarlas con pistas visuales puede fortalecer aún más la memoria de trabajo. Esto puede ser especialmente importante para los alumnos con dificultades de aprendizaje que pueden tener dificultades con la comprensión auditiva, recordar los pasos en una secuencia, planificar y organizar, el procesamiento auditivo o la velocidad de procesamiento. Proporcionar instrucciones breves, paso a paso, de forma multimodal proporciona estructura y múltiples puntos de acceso para acceder, organizar y mantener la atención en la lección. Además, guiar a los alumnos más pequeños a través de instrucciones breves, tanto oralmente como por escrito, y verificar su comprensión puede ayudar a los alumnos multilingües y a aquellos con dificultades de aprendizaje y TDAH.