La evaluación formativa es la “evaluación para el aprendizaje” en lugar de la “evaluación del aprendizaje”. En términos de aprendizaje a lo largo de la vida y en todas las áreas, a menudo se llama “evaluación orientada al aprendizaje”, ya que el enfoque está en fomentar una Mentalidad de Aprendizaje al proporcionar retroalimentación, reflexión y oportunidades de revisión en lugar de evaluación. Incrustar evaluaciones a lo largo de las actividades de instrucción para oportunidades de retroalimentación y crecimiento en lugar de evaluación del logro, sirve a una variedad de propósitos en entornos de instrucción. Los estudiantes tienen la oportunidad de cometer errores en un ambiente de bajo riesgo, recibir retroalimentación significativa del instructor para entender su progreso y revisar su trabajo para apoyar un ciclo de aprendizaje. Las actividades y evaluaciones formativas también ayudan a informar la instrucción ya que los instructores también obtienen información significativa sobre el progreso del estudiante. Estas actividades pueden impulsar positivamente la Emoción del estudiante y la Motivación intrínseca, ayudando a aliviar la ansiedad académica al poner el énfasis en el proceso de aprendizaje en lugar del logro final.